Mis anheladas vacaciones

Narración  
¡Por fin sábado 21 de enero!
Lo había  esperado  durante mucho  tiempo,  desde  de que me  aprobaron  las vacaciones. ¡fue  eterno!
Mis  aneadas  vacaciones,  “sales   en enero 20” me dijeron.
Era 1 de diciembre  y pensé,  son casi dos meses. No aguantare tanto.
pero   los  días  son tan largos y  a la vez  tan cortos  que  después de   tanta espera  finalmente  el calendario marca  este  día.
¡Estoy muy contenta!,  desde que me   dieron la noticia   lo pensé,  me voy para   pulí   quiero descansar,    ya no doy más;   que mejor  que pulí para  aislarme de todo este  stress
Ring ring, ring…  suena   la  alarma despertador de mi celular.  Son las 4.00  am , me levanto  y llamo  a mi hermana  quien viajara  con migo,   ella  solo se quedara el  fin de semana, yo  me quedare  unos  días  más.
Nos  dirigimos  a la 13  con  Boyacá, mi hermano  nos  acompaña.  A  las 6.12  am pasa  el bus,  PULÍ C/MARCA,  finalmente  de camino, son 4 horas  en las,  sumida  en  mis pensamientos y escuchando  música;  visualizo los  hermosos  paisajes  del recorrido.
Llegamos a la vereda guayabito a 15 minutos antes del pueblo.  a la casa  de mi tío, una  casa grande,  ESTADERO GUAYABITO,   a si se  llama;  es   una un sitio popular y muy visitado por los pulíseños, ya que  allí  hay barias atracciones  como:  canchas de tejo, rocola, pista de baile y algunos  fines de semana  se realizan desafíos  de gallos.   Es muy agradable el  ambiente  allí.
Transcurre  el resto  del día  en  visitas  a los demás  familiares, y en una caminata  por la carretera principal.   Al día  siguiente  como es de costumbre hay que  ir  al pueblo. Desde  que recuerdo   mis  viajes  allí el domingo es sagrado; todos los habitantes  de las veredas  aledañas se desplazan  allí a realizar  diferentes actividades tales  como: ir al mercado a  comprar  los víveres de la semana, ir  al sitio donde vende la carne  y   comprar  la de la semana. Ir  a misa y algunos  a  tomar una  que otra cerveza.   El comercio  se dispara.
Llegamos  muy temprano,  a  las 7.00  am,  primero porque  es  costumbre  levantarse temprano;  allí no se duerme hasta  tarde  y segundo porque  si no nos queríamos caminar hasta el pueblo debimos  coger  el   bus  que  llega  a las 7.00 de la mañana, cabe  anotar  que   solo llegan 4  rutas  en el día , una 7.00 am, una 10.00  am, a la1.00 pm  y  la ultima   las 6 pm.
Mi padre  nos esperaba, se encontraba  allí porque durante esa  semana iba  a moler, tiene en   su  finca   un trapiche  y siembra caña de  azúcar, 
Desayunamos y luego  fuimos  al cementerio, visitamos  a mi abuela, y un tío, es  algo  que acostumbramos;  siempre  que vamos. Fuimos  a misa y luego caminando por el pueblo nos  encontramos  con los demás  familiares,   tomamos  masato. Y  en el ir  y venir  se  ha llegado la hora  de volver  a la casa, mi  hermana  viajara  en el ultimo  bus  que sale  hacia Bogotá,
Son las  2.00 pm, mi hermana  se va y me quede  sola, bueno  con mi  tío, la casa  queda  a la orilla de la carretera, y afuera de la tienda hay una  silla   en la que me  quede  sentada,  un poco triste.
Estando ahí sentada me  asombraba como poco a poco llegaba la gente hombre  y mujeres, a pasar  una  tarde  agradable,  el día  anterior  no fue tan concurrido  a  lo que pregunte  por que llega  tanta gente,  mi  tío contesta  es  domingo,  el día de descanso y es  cuando más se llena.
El lunes mi padre  pasa  por mi  y nos  vamos  para  la  finca,  es muy alejada del pueblo y no llega  carro, ni la señal del celular,  aprendí  como se  hace  la panela, visite  la quebrada y monte  a caballo, sumida  en tanta  paz, puedo  decir  que realmente  encontré  el descanso que tanto  busque.
Así pasaron  los  días  martes, miércoles, jueves y viernes.
Finalmente  el sábado  vuelvo  donde  mi tío y  el domingo  en el bus de 2.00.  regreso  a  Bogotá.


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